Kanye West lo volvió a hacer. Para presentar su cuarta colección de “Yeezy” y dejar inaugurada la semana de la moda de Nueva York, el rapero organizó un desfile en la isla Roosevelt. Los invitados no sabían a donde se dirigían hasta último momento y al llegar, se sorprendieron con la soleada locación.
Con Kim Kardashian con 30 kilos de menos y Kendall y Kylie Jenner, que se tiñó de rubia hace dos días, en la primera fila, las modelos mostraron los diseños impecables.
Será más de lo mismo, pero es divino: colores nude, prendas de neoprene, maxi abrigos, vestidos ajustadísimos, bodies y zapatillas y bucaneras de vinilo.
Según afirman sus detractores, el desfile fue un completo desastre porque el taco de algunos zapatos se rompió en plena pasada y además, algunas modelos llegaron hasta a desmayarse por esperar bajo el cálido sol las dos horas de retraso que tuvo el show.