En los años ’30 la silueta cambia, marcándose el talle y ensanchándose los hombros. Las faldas se alargan en un intento de «rescatar la femeneidad», pero también empezaban a usarse las faldas mas cortas.
Para la calle las mujeres elegían el traje o Tallieur y para las fiestas los vestidos con escotes en la espalada y glamorosas pieles.
El cine Hollywoodense ya comenzaba a tomar mucho protagonismo, lo que aparecía en la pantalla influenciaba a la moda. ¿Un ejemplo? El sombrero Adrian’s de terciopelo, que había salido en la película Romance (1930) usado por Greta Garbo y fue un éxito en las tiendas.
Hacia 1939 (cuando estalla la 2° Guerra Mundial) la ropa comenzó a ser más simple y económica. Además hubo limitaciones para los fabricantes de prendas y para la cantidad de ropa nueva que la gente podía comprar.
En 1933 Nina Ricci abría su tienda en París.
Se esperaba que la mujer fuera delgada, cuidada y femenina, como las actrices de Hollywood. Cocó Chanel imponía el bronceador facial, por lo que la cara ya no lucía ese aspecto blanquecino.
En lo que respecta al maquillaje, se usaba el lápiz de cejas, la vaselina para los parpados, las sombras, rimmel, «colorete» y labial rojo fuerte. ¿La base de maquillaje? Es lanzada al mercado en 1938 por Max Factor y causó revolución en las mujeres junto a las cremas antiarrugas.
En esta época, se empezaban a usar los primeros «trajes de baño». Los muslos tenían sí o sí que estar cubiertos y las mallas eran de lana, por lo que al mojarse, pesaban mas de 3 kilos. Con el paso de los años, los trajes de baño empezaron a achicarse lentamente dejando ver la espalda y afinando los breteles.
Y las revistas de la época: Bazaar (1933) y Vogue (1939)
Este post es una continuación de las decadas anteriores, que pueden ver ACÁ.